Jenny Strauss Clay ha dedicado este libro al cosmos de Hesíodo, conformado por su Teogonía y Los trabajos y los días. En su visión, que sostiene con acierto a lo largo del libro, ambas obras son complementarias y muestran, por un lado, el cosmos de los dioses olímpicos y, por el otro, la vida humana.
La Teogonía se nos presenta como una espiga, abigarrada, y la autora saca una por una cada semilla para mostrarnos toda la fecundidad del libro. Es así como nos explica la lucha generacional de Urano, Cronos y Zeus, así como las alianzas que este último sabe articular para quedar como jefe del panteón, tras haber derrotado a los Titanes y a Tifón. La diosa Gea, insiste Jenny Strauss Clay, colaboró sistemáticamente en ayudar siempre al pretendiente más joven, tierra fértil que da nacimiento a la vida, vientre feraz de deidades. Zeus, no obstante, supo tejer un orden cósmico que se mantiene en equilibrio, a la par que logró no ser enfrentado por ninguno de sus descendientes.
Asimismo, dedica un capítulo muy interesante a Prometeo a partir de su tratamiento en los dos libros, y rescata a la diosa Hécate, colocándola en un plano más elevado, completamente diferente del habitual, ya que su actuación es la que determina el éxito de cualquier empresa.
De gran relevancia es el tratamiento que tiene la antropogonía y las cinco edades de la humanidad. Las dos primeras, de oro y plata, fracasaron por su imposibilidad de reproducirse. La tercera, de bronce, se dedicó enteramente a la guerra, por lo que la intervención divina participó en la génesis de la de los héroes, comparable a la edad dorada, pero luego la humanidad cae en la edad de hierro por el alejamiento de los dioses.
Este libro fue escrito con inteligencia, conocimiento y perspicacia, mostrándonos cómo es posible seguir nutriéndonos con la cultura clásica con el transcurso de los siglos.
Jenny Strauss Clay, Hesiod's Cosmos. Cambridge, Cambridge University Press, 2003.
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