En Occidente es muy conocido y leído el llamado Libro Tibetano de los Muertos, un texto sobre el que Donald S. Lopez escribe una biografía, centrándose en la singular vida de quien fue su compilador y difusor, el antropólogo estadounidense Walter Evans-Wentz.
Walter Yeeling Wentz -luego se agregó el apellido Evans- era un seguidor de la Teosofía de Madame Helena P. Blavatsky y el capitán Olcott y, como tal, desde esa óptica realizó estudios de la literatura celta y luego incursionó en estudios sobre Egipto, la India y el Tíbet. Estudió literatura en Stanford y antropología en Oxford. Durante la primera guerra mundial vivió en la tierra de los antiguos faraones, migrando luego a la India, en donde adquirió los textos que luego compiló y denominó Libro Tibetano de los Muertos, asemejándolo al Libro Egipcio de los muertos. Desde el punto de partida de la teosofía, Evans-Wentz sostenía que se trataba de un conocimiento antiquísimo con origen en la desaparecida Atlántida. Lo cierto es que estos textos tibetanos se remontan, legendariamente, a la presencia de Padmasambhava en el siglo VIII en el Tíbet, en donde predicó el budismo. Si bien sabemos que Padmasambhava estuvo pocos meses en esa región, la leyenda sostiene que dejó numerosos textos enterrados o escondidos, que van siendo revelados paulatinamente. Uno de los monjes que halló esos textos sagrados, el Bardo Tödöl, fue Karma Lingpa. Este texto trata sobre la estación intermedia entre la muerte y el renacimiento, a fin de guiar a las personas en su tránsito en esos días en el más allá.
Walter Evans-Wentz tradujo al inglés una compilación, con sus propias anotaciones, pero él ignoraba la lengua tibetana. La traducción estuvo a cargo de Kazi Dawa Samdup, tal como siempre lo hizo constar Evans-Wentz, y así se publicó a partir de 1927 en adelante en Occidente.
Donald S. Lopez Jr. señala que el libro es conocido y leído en Occidente, en tanto que en el Tíbet es apenas utilizado. Y es que algunas de sus partes son para los iniciados al budismo tántrico, a la par los monjes budistas tibetanos emplean otros textos para acompañar al muerto en ese tránsito.
Donald S. Lopez Jr., The Tibetan Book of the Dead: A Biography. Princeton, Princeton University Press, 2011.
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