Aproximarse al mundo de Franz Kafka desde una perspectiva infrecuente es el objetivo de este libro: la autora se aparta de la clasificación del conocido escritor dentro de los cánones del judaísmo, para ubicarlo como un explorador de las corrientes místicas de la Praga de comienzos del siglo XX.
Así es como vemos que Kafka se acercó a la Teosofía y que tuvo una entrevista con Rudolf Steiner -luego iniciador de la antroposofía, al romper con el círculo de Annie Besant-, a cuyas conferencias asistió en Praga. Ese mundo ocultista le brindaba claves sobre sus propias experiencias con lo sobrenatural: su clarividencia, sus visiones y prácticas de meditación. Asimismo, Kafka también se había convertido en vegetariano durante su estadía en Jungborn, el lugar de naturopatía de Adolf Just, quien sostenía ideas que vinculaban el cristianismo, el vegetarianismo, el rechazo a la caza y el retorno a la naturaleza como caminos hacia la divinidad. De allí que se sintiera próximo a lo que sostenían Rudolf Steiner -también vegetariano y cristiano, además de teósofo-, Moritz Schnitzer y Adolf Just. Kafka creía en la metempsicosis y esto probablemente venía de sus lecturas de Platón, fuentes budistas y de la teosofía.
Bien señala June Leavitt que nada de esto estaba vinculado al judaísmo, aun cuando leyera en forma diaria los textos bíblicos como parte de su exploración metafísica. Pero Kafka no se sentía contenido en el judaísmo tradicional, aunque valorara y estudiara la Torah.
También la autora subraya que Franz Kafka tenía conocimientos bastante certeros, aunque no se puede afirmar que fuera un iniciado, de la masonería. Tanto en El Proceso como en otras narraciones, habría elementos que permitirían deducir que Kafka estaba familiarizado con esta orden iniciática, tan difundida y presente en la Praga de inicios de la centuria pasada.
Kafka estaba muy interesado en sus experiencias oníricas y llevaba detalle escrito de las mismas, algo que Steiner recomendaba. Pero no desde la óptica de Sigmund Freud, con cuyas tesis Kafka discrepaba, sino que interpretaba a los sueños como manifestaciones de planos astrales, al igual que la Teosofía.
Un libro que abre nuevas perspectivas para el estudio del universo simbólico de Praga, de la literatura alemana de su tiempo y de la narrativa de uno de los autores más relevantes del siglo XX.
June O. Leavitt, The Mystical Life of Franz Kafka: Theosophy, Cabala, and the Modern Spiritual Revival. New York, Oxford University Press, 2012
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