Fiel a su estilo singular, Murakami despliega su talento en esta serie de relatos en los que entreteje lo cotidiano con lo fantástico, un desplazamiento que se produce sin sobresaltos, con absoluta naturalidad. Desde situaciones prosaicas se pasa al ámbito de lo inesperado, a veces en frecuencia onírica, como si no hubiera muros que separaran a ambos planos de la realidad. Una mujer que simplemente deja de dormir y se apasiona con la literatura rusa en una vida oculta, un empleado en la fábrica de elefantes que hace un trato con un enanito bailarín, un hombre que incendia establos en desuso sin razón aparente, son algunos de los relatos que abarca esta serie. El primero de ellos es el inicio de Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, probablemente un esbozo de lo que después desarrolló como novela. Los personajes no tienen nada de extraordinario, no son héroes: son personas comunes, con sus desvelos, errores y tragedias, aburrimientos y secretos.
Murakami nos muestra que la separación entre lo cotidiano y lo fantástico, entre lo "normal" y lo insólito no es una muralla de difícil paso, sino una débil tela que apenas separa un escenario del otro, y de que cuanto nos rodea puede transformarse en un universo inesperado inadvertidamente.
Haruki Murakami, El elefante desaparece. Buenos Aires, Tusquets, 2016.
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